Muchas veces nos encontramos a padres y educadores que ya no saben qué hacer con los chico/as, han probado castigándoles de todas las maneras posibles, muchas veces hasta perder el control , llegando a los gritos o a los azotes. Con la consiguiente frustración por ambas partes, la del chico y la del adulto.
Esto nos lleva a preguntarnos si realmente los castigos son un método educativo, si estos castigos positivos y negativos que eran muy útiles en el condicionamiento de ratas son igualmente útiles en la educación-condicionamiento de niños, para que realicen las conductas que el adulto desea.
Muchos psicólogos afirman que este método es muy poco educativo y es que las consecuencias pueden ser desastrosas si se utiliza el castigo como algo habitual: falta de confianza en el niño, el miedo a no saber si hace las cosas bien o mal, tensión, ansiedad…
Cada experiencia se guarda en la memoria asociada a una emoción, de tal forma que se registrara como bueno para la supervivencia o peligroso. Es un mecanismo que se activa en el sistema limbico, encargado de las registrar las emociones y que esta estrechamente ligado al hipocampo encargado de la memoria .
Podemos imaginar lo que puede suceder en el cerebro de un niño cuando se le castiga de una forma humillante y repetitiva , El cerebro lo registrará como peligroso. Y actuará con sus mecanismos de defensa innatos, atacará huirá o se quedará paralizado. El niño puede ser sumiso o rebelde ante la situación. Si pensamos que la conducta cambiará, es muy probable que nos equivoquemos y lo que se produzca es un mecanismo compensatorio, como es la mentira o la violencia y rabia controlada que se destapará más adelante en situaciones inesperadas.
La e- mocion es energía en movimiento, toda emoción controlada es una pequeña bomba . Las emociones aparecen se desarrollan y se van, como todo en la vida, el problema es que no se permite tenerlas, se reprimen y se guardan, no se actualizan y quedan en pequeños saquitos asociadas una experiencia.
Muchos nos acordamos de los castigos que recibíamos de niños y muchos de los castigos recibidos injustamente, experiencias que pueden repercutir en toda tu vida, bloqueando decisiones o acciones que son importantes luego para tu desarrollo personal.
El adulto encargado de la educación del niño tiene que ser consciente de las consecuencias del castigo y de por qué lo hace, si es por qué él mismo esta enfadado, tiene miedo de que el niño se le vaya de las manos o que el niño no llegue a ser nadie, o por qué este pueda llegar a ser un delincuente.
Hay que observar los pensamientos que nos llevan a castigar y nuestros miedos.
El principio de la pedagogía practica no es ver lo que le falta niño o que no hace, si no, ver sus talentos y habilidades, potenciarlos y estimular la falta de desarrollo madurativo en sus diferentes aspectos , en el hacer, sentir y pensar.
Los chicos que no hacen- Puede ser falta de desarrollo estructural, reflejos primitivos activos, intolerancias alimenticias, problemas de visión o audición que no se perciben….,
No quieren hacer, se cansan, se aburren, se distraen, buscan excusas siempre, se olvidan……
Los chicos que no sienten – no pueden ponerse en el lugar de los demás, se pelean, se rebelan atacan o huyen de los conflictos, solo piensan en ellos ..
Los chicos que no piensan – no se enteran de nada, no calculan las consecuencias de sus actos……
Todo ello puede ser falta por falta de conexiones entre el sistema reptiliano encargado de la defensa y el sistema limbico emocional y el neocortex capaz de planificar e imaginar el futuro.
En definitiva todo comportamiento tiene una causa, hay que buscar la causa ayudarle a desarrollar sus capacidades. Todo ser humano cuando viene al mundo quiere y necesita aprender ,desarrollarse y crecer. Si no lo hace es porque algo le esta pasando.
Hagamosnos esta pregunta antes de castigar. ¿ Que le está pasando?